Facultad de Ciencias Naturales y Exactas

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Martes, 04 Octubre 2022 18:00

Los Habitantes de la casa verde

habitantes casa verde

No los vemos, pero están ahí, nacen, crecen, se reproducen, y aunque también mueren nunca desaparecen. “Nacieron para semilla”, dirían las abuelas, y cuánta razón tendrían al respecto.

Desde hace cientos de millones de años las plantas, los hongos y las bacterias han tenido una relación simbiótica que ha co-evolucionado y les ha permitido sobrevivir y prosperar de manera solidaria inclusive en condiciones adversas para ambos organismos.

Estos microorganismos (hongos y bacterias) se encuentran asociados a las raíces, tallos, hojas, frutos y semillas de las plantas, pero también se les encuentra en su interior. A este conjunto de microbios que habitan las plantas (y otros seres vivos) los científicos le llaman Microbioma y tiene una relación estrecha con su hospedero. Y aunque el microbioma común (hongos y bacterias con mayor presencia en la planta) es el más influyente y el más estudiado, una buena cantidad de microbios “raros” o poco comunes que se encuentran en pequeñas cantidades podrían estar desempeñando un rol importante tanto en la salud de la planta como con su productividad, pero hasta ahora no se les había prestado mucha atención.

Estos microorganismos habitan en las plantas silvestres y en nuestros jardines, pero también lo hacen en los pastos que sirven de alimento para el ganado, y en nuestros cultivos, sean orgánicos o no.

Los investigadores David Johnston-Monje, del Grupo Tandem Maxplanck-UNIVALLE; Janneth P. Gutiérrez y Luis Augusto Becerra López-Lavalle, del Centro Internacional de Agricultura Tropical – CIAT, publicaron recientemente una investigación* en la que documentan la diversidad de bacterias y hongos “raros” asociados a 17 especies de plantas de gran interés como el maíz, el arroz, el tomate, el frijol, el café, y la yuca, entre otras.

En su laboratorio los científicos usaron dos sustratos para sembrar: arena estéril y tierra sin esterilizar. Ambos medios fueron puestos en frascos sellados herméticamente y las muestras analizadas a través de técnicas de secuenciación de ADN y análisis de metagenómica.

Contrastaron los microbiomas que encontraron tanto en las semillas, brotes y raíces como en la rizosfera y la espermósfera (La rizosfera es el área del suelo que se encuentra cercana a las raíces, donde se desarrolla esta vida microbiana, mientras que la espermósfera es el área del suelo que rodea a la semilla durante su proceso germinación) y encontraron que tanto en las semillas como el sustrato alrededor (espermósfera) había bacterias y hongos “poco comunes”, y que, alrededor del 95% de hongos y 86% de la diversidad de bacterias que también fueron encontrados al interior de la planta pertenecía a estos microbios, lo cual sugiere que este microbioma “raro” es transmitido de manera vertical a través de sus propias semillas.

Pero, además, su número representa aproximadamente el 50% del microbioma total de la planta. En otras palabras, la mitad de hongos y bacterias encontrados en las plantas, aunque no tienen predominancia pues se encuentran unos pocos individuos de cada uno, representan más de la mitad de especies encontradas.

La comprensión y estudio de los microorganismos ha permitido que tengamos desarrollos de enorme beneficio para la salud, tal vez estas investigaciones sean la piedra angular de futuras investigaciones y desarrollos en ingeniería de microbiomas de cultivos y microbiomas de las semillas para mejorar la salud y producción de alimentos.

Los microorganismos que habitan el planeta existieron antes que nosotros y estarán aquí después de nosotros, “nacieron para semilla”, coexistimos en complejas relaciones de simbiosis y parasitismo, pero gracias a ellos es posible la vida en este planeta que es su casa.

*Esta es la segunda publicación realizada en el marco de la investigación sobre transmisión de hongos y bacterias en plantas y está relacionada con las tecnologías patentadas que estableció la compañía Índigo Agriculture en Boston, USA, donde el Dr. Johnston empezó a investigar cómo las semillas son una fuente importante de microbios para las plantas.

Lea la primera publicación de esta investigación

Lea la segunda publicación de esta investigación